
En este año cofrade que está a punto de comenzar la Cofradía del Santo Entierro celebrará el décimo aniversario de la creación del Cuerpo de Anderos de la Virgen de los Dolores, damos gracias por ello especialmente en esta Fiesta.
La imagen actual de la Virgen de los Dolores no pasa a ser
titular de la Hermandad del Santo Entierro hasta 1974, año
en que deja de salir en procesión el Viernes de Dolores.
De hecho en el Reglamento de 1949 no aparece recogido ningún
capítulo referente al culto a la Virgen.
Es en los nuevos y vigentes estatutos de 1995 donde se define
por primera vez la titularidad de la Hermandad como “Cofradía
de Jesús Yacente y Nuestra Sra. de los Dolores y Soledad”.
El primer lugar donde aparece la obligación de dar culto a la
Virgen de los Dolores es en los propios fines de la Cofradía.
Textualmente se dice: “... se propone como fines principales:
formar humana y cristianamente a sus cofrades por medio de
ejercicios de piedad espirituales y corporales, de la
instrucción, de la plegaria y las obras de penitencia y
misericordia; tratar de que la espiritualidad, como estilo
de vida, presida todas las actividades; manifestar públicamente
su fe, de acuerdo con las normas de la Iglesia Diocesana”.
Es decir, explícitamente está recogida la obligación de
impregnar del Espíritu de Dios todo lo que hagamos y ello no
es posible si no lo buscamos a través de la oración y la
comunicación con el Señor y la intercesión de la Virgen, como
tampoco lo es el manifestar nuestra fe procesionando nuestras
imágenes, sin antes habernos dirigido a ellas en actos de culto,
en la celebración cristiana de los sacramentos, especialmente
de la Penitencia y Eucaristía; y manifestando nuestro cariño
con expresiones distintas de amor, hacia Jesús y María.
En los deberes del cofrade también aparece el precepto de
participar en los actos generales de la Cofradía, en los
que se incluye lógicamente los de culto a nuestras imágenes
titulares. Esto es importante entenderlo bien: ser cofrade
no es algo que viene impuesto, es una opción que se escoge
libremente, como forma concreta de profesar y practicar la
fe cristiana que se tiene. Por tanto, acudir a los actos de
culto a Jesús Yacente y a la Virgen de los Dolores no tiene
que ser un deber, sino una necesidad que el cofrade tiene,
para alimentarse y crecer en esa fe cristiana.
Cuando se describen la vida y actividades de la Cofradía se
dice: “aspira a ser durante todo el año un lugar de educación
en la fe, de celebración de la misma, de caridad y comunicación
de bienes y de testimonio de Jesucristo en el mundo”. Es decir,
las actividades programadas deben girar entorno a esta filosofía
de vida, que se puede resumir en estos cuatros conceptos:
formación cristiana, oración y acercamiento a Jesucristo y a la
Virgen, caridad y misión. Decimos popularmente que “el roce hace
el cariño”, y se puede aplicar también a nuestra relación con la
Virgen: nuestro amor por Ella se hará más grande cuanto más nos
acerquemos en acto de oración.
Concretamente los estatutos hablan
de dos celebraciones esenciales en Tiempo de Cuaresma: la Fiesta
en honor a Ntra. Sra. de los Dolores y Soledad el viernes anterior
al Domingo de Ramos, que actualmente se ha pasado al 15 de
septiembre por ser este el día litúrgicamente propio de nuestra
imagen titular, y el tradicional Septenario desde siete días antes
del viernes anterior al Domingo de Ramos. Además se contempla la
posibilidad de organizar otros actos formativos de espiritualidad
como lo son charlas y conferencias o la participación activa en
la comunidad.
Como rasgos característicos de la Imagen destacar
los ojos entreabiertos y sobre todo la boca, en
cuyo interior hay un perfecto tallado de lengua,
dientes e incluso, la campanilla.
Como curiosidad el escultor comentó a la Hermandad
en su visita a la ciudad, que durante días tomó
apuntes en el Deposito de Cadáveres para reflejar
lo más exacto posible los rasgos de la muerte.
El busto sigue la línea del Señor de la Cena de
Sevilla, con quien comparte importantes rasgos.
La delicada talla se realza al policromarse la
Imagen, casi sin aparejos previos, muy en uso del
autor, dando inequívocas muestras de su maestría.
En el interior de la Imagen se encuentra una caja
que contiene un pergamino que atestigua la autoría,
así como los miembros de la Junta de Gobierno de
la Hermandad, una página del periódico ABC del día
y varias monedas de curso legal.
Cristo de la Santa Cena de Sevilla y Nuestro Cristo Yacente
es evidente su gran parecido
Esta Imagen es considerada en la ciudad como La joya
de la Imaginería y esperamos que este trabajo sirva
para difundirla más. Sobre Sebastián Santos Rojas
sabemos que ha publicado en Sevilla un libro escrito
por su hijo, basado en su tesis doctoral AIconografía
Religiosa del escultor Sebastián Santos Rojas@, el
cual nada menciona de esta obra de su padre, esperemos
que la Hermandad se ponga en contacto con él, para
presentarle este valioso legado de su padre
Restaurada por el joven restaurador José Luis Ojeda Navío
de Andujar(Jaén) en 2008, restaurando tambien el Cristo de
la Misericordia de Jódar.
Ojalá que trabajos como éste, contribuyan a realzar
más aún, la figura de uno de los mejores imagineros
de Andalucía del pasado siglo XX y a saber apreciar
y conservar, uno de los mejores patrimonios cofrades
de nuestra ciudad, esa creo, ha sido la misión de editar
esta introducción histórica.
La primera referencia documental sobre una Dolorosa, se remonta
al 16 de septiembre de 1599 cuando en su testamento María Alonso
dice: “Ytem mdo. que se de a nra. sa. de las Angustias
que esta en Santa Ysabel un manto que yo tengo”.
¿Pertenecería esta Imagen a la Cofradía de la Santa Veracruz
que también estaba en la iglesia de Santa Isabel desde 1551?.
La última referencia a Ntra. Sra. de las Angustias la tenemos
el 23 de julio de 1681 cuando Isabel de Herrera deja “sseis missas
a Na. Sa. de las Angustias desta Vª”.
Es en el año 1678 cuando surge una de las principales
advocaciones marianas de Jódar, que sustituyó en devoción, a las
arraigadas de Ntra. Sra. del Rosario o Ntra. Sra. de Cuadros, se
trata de Ntra. Sra. de la Soledad, que se veneraba en el mismo altar
que el Cristo de la Misericordia en la iglesia de Santa Isabel.
En efecto, en el testamento de Ana Ruiz de 26 de febrero, se dejan
“dos missas a Na. Sa. de la soledad en dho. altar”, por estos años
se sigue mencionando a Ntra.
Sra. de las Angustias en dicha iglesia. ¿Serán ambas advocaciones
la misma?. Los datos
sobre La Soledad se pierden en 1736 y no es hasta el testamento de
Pedro Lucas del Pino de 25 de mayo de 1768 cuando se vuelve a dejar
una misa a “los Dolores de María Smma.”, siendo en el testamento de
27 de junio de 1772 de Jacinta María de Aguirre cuando se menciona
por primera vez la advocación de “María Santísima de los Dolores”
en el mismo se dice: “Para adorno de la Sta. Imagen de Ntra. Sra.
de los Dolores venerada en la hermita del Sto Christo de la Misericordia
una Basquiña de terziopelo negro (...) y quarenta pesos en espezie
para que con ellos se haga a dha. Santa Ymagen una media luna de plata”.
¿Es ésta Imagen Ntra. Sra. de la Soledad?.
Tuvo la ciudad de Jódar, y en definitiva la provincia de Jaén, la
fortuna de enriquecer su patrimonio artístico con esta
Imagen de Jesús Yacente, obra del insigne escultor-imaginero Sebastián
Santos Rojas, afincado en Sevilla pero natural de Higuera de la Sierra
(Huelva) nacido en 1895 y fallecido en Sevilla en 1977, sin lugar a
dudas,la consideramos como su obra cumbre; aunque la falta de difusión
y el encontrarse alejada de los centros artísticos han hecho de esta
Imagen una obra olvidada.
No en vano el artista sintió en vida especial interés por la difusión
de la Imagen siendo solicitada para exponerla en Nueva York y en Sevilla,
pero en las dos ocasiones se encontró con la negativa de la Hermandad,
grave error que no se repitió cuando se expuso en la Magna Exposición
Diocesana del Jubileo del año 2000 en la Catedral de Jaén, donde fue
admirada por miles de visitantes.
La Imagen realizada en madera policromada entre los
años 1963-1964 para la Hermandad del Santo Entierro hace su procesión
penitencial en la noche del Viernes Santo, fue bendecida por el Párroco
Manuel Agudo Gimena el 15 de marzo de 1964.
Sus medidas reflejan las de la Sabana Santa de Turín y su precio fue
de 150.000 pesetas,
representa la iconografía de Cristo Yacente en el sepulcro, en el templo
está depositado
en una urna de cristal y madera, mientras que en la procesión va sobre
uno de los más valiosos Pasos de la ciudad, elevado en un catafalco.
La Imagen recoge todos los rasgos de las realizadas por Juan de Mesa,
no sólo en el tratamiento anatómico sino en el volumen de los paños,
es el Cristo muerto de la Virgen de las Angustias Cordobesa, sin lugar
a dudas una de las imágenes a las que más trata de parecerse el Yacente
de Jódar, esta obra póstuma de Mesa del año 1627 tiene en su rostro
grandes similitudes.
Cristo de la Virgen de las Angustias de Cordoba y Nuestro Cristo Yacente
es evidente su gran parecido
Los signos de la muerte: AFacies cadavérica@.
El brazo izquierdo va alineado sobre el cuerpo mientras que el derecho
descansa sobre el pecho,sin conseguirlo por la rigidez cadavérica.
Las manos van abiertas y flexionadas, el paño se ciñe con varias vueltas
a la cintura dejando al descubierto un poco de la cadera izquierda,
estando anudado con un cordón, la posición de la cabeza es frontal,
estando encogidas las rodillas como consecuencia de la violenta postura
que conservó en la cruz.
Precisamente del año 1915 se conserva un curioso documento redactado por el entonces
teniente coronel Miguel Fresneda y por su hermana Emilia,
en el que dicen “que vienen sosteniendo los cultos y procesión que desde tiempo
inmemorial sus antepasados consagraron al Santo Sepulcro de N. Sr. En la tarde del
Viernes Santo. Cultos que se proponen continuar mientras les dure la vida, ya por
interpretar así fielmente la voluntad de sus difuntos padres, ya también inpulsados
por su propia devoción y creyendo ha de influir poderosamente en el ánimo de sus hijos
a continuar tan piadosa carga”.
En 1925 se crea oficialmente la Hermandad del Santo Entierro, siendo su
mayordomo o presidente el general Miguel Fresneda, uniéndose ese mismo año a la
Cofradía de Ntro Padre Jesús Nazareno, constituyendo la Hermandad de Cofradías
Mancomunadas, siendo presentados sus estatutos al Obispado el 22 de Junio de 1925,
los cuales son aprobados el 1 de julio de ese año, renovándose los mismos el 21
de enero de 1930.
Con la desaparición de la imagen del Cristo de la Expiración el 20 de
mayo de 1937, se reinicia en 1943 la andadura de esta procesión, adquiriendo la
familia Fresneda una pequeña imagen de escayola de Jesús Yacente, que procesiona
diez años sin cofradía, hasta que el 14 de junio de 1949 se reorganiza la Hermandad
del Santo Entierro, redactándose sus estatutos, que fueron aprobados el 20 de julio
de ese mismo año, adquiriéndose una nueva imagen, que es bendecida el 4 de abril
de 1953 por el párroco de la Asunción, Antonio Cuadros, obra del escultor ubetense
Manuel Trillo.
Fueron nombrados Hermanos Mayores Honorarios la Parroquia de
La Asunción y el Ilustrísimo Ayuntamiento de la ciudad.
Los cofrades del Santo Entierro, deseosos de tener Dolorosa propia, adquieren
en un comercio de artículos religiosos de Granada, en 1962, la imagen en talla de
una Dolorosa que ponen bajo la advocación de la primitiva, Nuestra Señora del Mayor
Dolor y Traspaso, que ante la negativa del párroco de su bendición, por la falta de
los permisos oportunos para su adquisición, tuvo que ser devuelta, teniendo que
seguir la cofradía procesionando la imagen de Nuestra Señora de los Dolores
y Soledad, costumbre que se sigue en la actualidad.
El 15 de marzo de 1964 el párroco de la Asunción, Manuel Agudo Gimena,
bendice la nueva imagen de Jesús Yacente, obra del insigne escultor sevillano
don Sebastián Santos Rojas, joya de la imaginería andaluza.
También en el transcurso
de esta ceremonia fue bendecido su trono en estilo barroco tallado sobre madera de
embero procedente de Guinea y realizado en los talleres Galdurienses de
Pedro Mengíbar Latorre, verdadera obra de arte “digna del Cristo” afirmó el escultor
al ver el paso. La anterior imagen de Jesús Yacente se venera en la parroquia de
Albanchez de Mágina, y la anterior de escayola se veneró hasta 1989 en la Capilla
de Ánimas de la Asunción, estando en la actualidad en un domicilio particular.
Tiene su sede canónica en la Parroquia de La Asunción y capilla
propia (segunda de la derecha de la nave central) con un bonito retablo en piedra
realizado en 1991 en “Mármoles Úbeda” con diseño de Manuel Vargas Gámez, autor del
diseño de la urna en que se guarda todo el año dicha Imagen, que fue realizada por
Pedro Mengíbar.
En esta imagen se muestra la primera parte que corresponde con el frontal, donde se ensalza la belleza y seriedad que caracteriza a tal hermandad
Una explendida figura para nuestro VIERNES DE PASIÓN EN JÓDAR